La empresa familiar en Argentina, como en el resto del mundo, ocupa un lugar preponderante en la sociedad y en la economía, en estas empresas, la familia conforma su principal talento humano, el cual influye de manera significativa en su desempeño.
Poseen importantes fortalezas como el compromiso hacia la organización, la flexibilidad en el trabajo, el tiempo y el dinero, planeamiento a largo plazo, cultura estable, rapidez en la toma de decisiones, vocación y oficio; pero también evidencian importantes debilidades como la emotividad, las preferencias personales, el choque generacional, la falta de mecanismos, entre otros.
Para preservar el normal funcionamiento de un negocio familiar es importante conocer cuáles son los posibles problemas, así como afrontar activamente los conflictos que se presenten con el objeto de proteger tanto a la familia como al negocio. Por ello, una manera de evitar conflictos y resentimientos es codificar las normas que funcionan consuetudinariamente en la Empresa Familiar y crear actualizaciones o nuevas normas más adecuadas.
Esta codificación se realiza en una figura que, de aquí en adelante, denominaremos PROTOCOLO FAMILIAR.
Un PROTOCOLO FAMILIAR es un instrumento donde se fijan las grandes líneas políticas a través de las cuales se va a manejar la empresa en el largo plazo, sirve para anticipar como resolver los conflictos que tarde o temprano se presentaran debido a la intersección de afectos personales y negocios. Implica iniciar conversaciones que ayudan a reflexionar acerca de los factores que podrían amenazar a la empresa y la familia en el futuro y así poder establecer acuerdos y reglas que se originen en una Visión Compartida por los integrantes de la familia.
El contenido dependerá de los valores, las necesidades y los planes para el futuro de la familia que lo redacta.
Sin embargo, a modo orientativo se sugieren algunos temas que pueden formar parte de su contenido:
- Participación de la familia en la dirección y control de la empresa.
- Apertura o restricciones en cuanto al ingreso de nuevos miembros de la familia.
- Canales de comunicación entre la familia y la empresa.
- Posibilidad de fusiones, alianzas estratégicas, franquicias, etc.
- Formación y capacitación
- Periodicidad de reuniones
- Sueldos, distribución de utilidades, entre otros.
Para ser realmente eficaz el PROTOCOLO FAMILIAR debe ser el fruto del consenso entre los diferentes miembros de la familia, y no una imposición, otorga herramientas para hacer frente a futuros conflictos dentro de la empresa familiar.
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